miércoles, 19 de mayo de 2010

Segunda parte en Cayos de Tobago. Domingo

Amanece en los cayos de Tobago. Nuestros dos miembros de la tripulación regresan de la acampada de la isla sanos y enteritos. Esta noche repetiran la experiencia. Todos juntos desayunamos y Julio y Charo dejan preparado el almuerzo. Hoy espagueti a la boloñesa.

La mañana la dedicamos intensamente a seguir explorando los fondos marinos. Esta vez elegimos dos nuevas islitas: la Petit Bateaut y Jamesby con forma de media luna, ambas de finas arenas blancas, de corales que se dejan visualizar en sus aguas cristalinas habitadas por una gran variedad de peces. Peces que nadan al compas del movimiento de las olas, como dejandose llevar. Los vemos reunidos en pequeños y grandes grupos, en parejas, y algunos que otro en solitario. Vimos un tiburon dandose la vuelta cuando nos vio, pero al menos vimos la cola.

En la isla de media luna observamos muchos alevines, cunita de los pecesitos ¡que graciosos!. Cada isla en su superficie muestran mucha vegetación arbustiva y como no las palmeras, extendiendo sus exbeltos troncos en muestra de saludos. En ellas además viven diferentes animales: tortugas terrestres, aves, cangrejos enormes, el manicú, iguanas... Cuanta riqueza en tan poco espacio.

A las seis se hace de noche y nos duchamos sin jabon para no alterar el medio natural. Para ir haciendo boca nos echamos unas partiditas de cartas(La ciudadela) mientras tanto se prepara la barbacoa y nos hacemos un pescaito fresco de la zona que nos traen personalmente unos barqueros. Haciendose el pescado en la barbacoa alumbramos al agua con la linterna y para nuestro asombro vemos un monton de peces, tuvimos la gran suerte de ver una manta nadando suavemente sobre la superficie del agua, un gigante pez desconocido hizo acto de presencia en varias ocasiones y unos extraños peces alargados de color azul fosforito. Asi que no estabamos solos. Arthur y Juan quisieron ver de cerca estos animalitos y se tiraron al agua como dos valientes y se lo comieron las pirañas...

Con el pescado tomamos un buen vino y entre risas y charlas se hizo la hora de acostarte. Esta noche soñaremos con este paraiso que dificilmente se podrá borrar de nuestras mentes.

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