lunes, 17 de mayo de 2010

Jueves 13 de mayo de 2010


El jueves por la mañana tras un desayuno en nuestro catamarán, como el Caribe manda (café, colacao, fruta, tostadas de aceite, tostadas con mermelada de mango…) nos despedimos de nuestra querida Bahía de Wallilabou y partimos hacia nuestro nuevo destino, la Isla de Bequia.

Tras 4 horas de navegación por las cálidas aguas caribeñas llegamos a la Bahía de Almiralty. Con el calor que traíamos se nos apeteció coger nuestras gafas y aletas y acercarnos a la orilla buceando, por el camino nos encontramos con un fondo de arena blanca, multitud de pececillos y unas algas con forma de bolas verdes que se mecían al compás de las olas. La zona donde encontramos más vida fue cerca del embarcadero de un antiguo resort abandonado, donde vimos discos rayados, pececillos amarillos, negros con las colas blancas, … y de camino de vuelta al barco nos encontramos una pareja de peces trompeta.

En el barco, los chef del día “May y Juan” hicieron los honores a la hora del almuerzo con una super-barbacoa de keftas acompañada de un arroz salvaje con verduras, pasas y frutos secos (de los que quitan el sentío) y por supuesto que todo ello regado con vinos franceses de nuestra naútica bodega.

Como no solemos parar ni un segundo, tras la comida recogimos todo rapidito y nos fuimos a dar una vueltecita por la isla, y al llegar nos compramos unos helados caseros en una pequeña tiendecita y continuamos caminando por una carretera muy peculiar donde nos cruzamos con raftafaris, niños jugando en la calle, señores mayores descansando y todo tipo de lugareños y sitios. En este paseo nos llamó mucho la atención una carretera imposible de subir (45º de pendiente) que llevaba hacia una casita en lo alto del monte, donde paramos a tomar la siguiente foto:



Al final del camino llegamos a lo alto de la colina, donde encontramos un antiguo fuerte, del que quedaban los cañones y una muralla y que según cuentan de un cañonazo había partido una islita en dos… y allí nos quedamos tumbados viendo la puesta de sol , en la que por una nubecilla no pudimos ver el tan ansiado Green Flash (bueno, lo seguiremos intentando…;-))




Y a la vuelta del paseíto hicimos una parada en uno de los bares del lugar para seguir charlando y saborear una cervecita fresca “Hariboun”.

Cuando llegamos al barco nos preparamos cada uno algo ligerito de cena y nos pusimos a escribir hasta altas horas de la noche ya que teníamos mucho atrasado y queríamos adelantar.

1 comentario:

  1. Hola Belén, gracias a este invento del blog voy al caribe cada dos o tre días. Lo de la foto 360º ha quedado perfectoa...bueno... quizás a la próxima podáis añadirle el sonido de la brisa caribeñña y los aromas de mar y vegetación...¡En fín! que me alegro muche de que lo estéis pasando tan bien y de que estéis conciendo esa parte del mundo que parece de ensueño. Un beso fortísimo a todos.
    Te quiere,
    Emi.

    ResponderEliminar