Ahí van nuestras fotos
http://picasaweb.google.es/artsaiseg/Caribe2010
Un abrazo
martes, 25 de mayo de 2010
sábado, 22 de mayo de 2010
VIERNES 21 DE MAYO
La aventura va llegando a su fin. Zarpamos de la isla de Santa Lucía hacia Martinica. 40 millas por delante en un día con el mar muy calmado y el poco viento que hacía era casi de proa, así que hemos ido todo el tiempo a motor. Unas 6 horas y media de navegación tranquila. Llegamos pronto al puerto de Le Marín, al sur de Martinica. Contactamos con la empresa del barco y nos dijeron que no teníamos sitio libre para amarre, así que nos hemos tenido que buscar otro por nuestra cuenta y el sábado dejaríamos el barco en su atraque definitivo. Entre que teníamos sitio y no y que atracamos en el pantalán-gasolinera para repostar combustible, se nos fue la hora y por la tarde ya sólo nos quedó tiempo para dar un paseo por los alrededores del puerto.
Damos por finalizado el día con una cena de reciclaje de la despensa que nada tenía que envidiar a los restaurants de los alrededores. Y con ésta nos vamos pronto al camarote para mañana recoger el equipaje y hacer la entrega del barco con el check-list.
Damos por finalizado el día con una cena de reciclaje de la despensa que nada tenía que envidiar a los restaurants de los alrededores. Y con ésta nos vamos pronto al camarote para mañana recoger el equipaje y hacer la entrega del barco con el check-list.
Jueves 20 mayo
Como habíamos quedado ayer con Malcolm, el barquero que ayudaba con el amarre a las boyas y que tenía montado todo un tinglado de barco-taxi, guías turísticos, relaciones públicas, etc, etc, a las 7 de la mañana salíamos en su lancha motora a la velocidad de un Fórmula-1 por las tranquilas aguas de la bahía de la Sufriere hacia el pié mismo del Grand Pitón. Es una de las dos impresionantes montañas cónicas gemelas de 780 metros cada una emergiendo del mar y cuyo sendero se inicia en la misma playa, es decir, que los 780 metros que mide son los mismos que hay que subir de manera absoluta. Para esta ruta Malcolm nos proporciona un guía local de lo más típico. Un afro-caribeño rastafari, con pantalón vaquero corto “bien trabajado”, camiseta raída con la faz de Bob Marley que la usaba para recoger sus rastas y no gastaba calzado técnico de Decathlón, ni Hi-Tech, ni de suela Vibran ni esas pijadas. SUS PIES DESCALZOS para subir esa pendiente labrada en la afilada piedra volcánica. Ya os podéis imaginar la pendiente si os digo que se suben 780 metros en 2 km de sendero. Que más que sendero es una escalera continua. Arriba dos espacios abiertos entre una vegetación de jungla para proporcionar dos miradores. Uno hacia el interior de la isla y otro hacia el otro pitón con la bahía de por medio. Ya veréis las fotos. Al final del descenso en la playa, unos lugareños avispados ofrecían agua de cocos jóvenes recién abiertos a los sedientos montañeros, de los que con una lasca de su corteza extraían una gelatina blanca con un intenso sabor a coco.
A la vuelta de la excursión paramos en el pueblo a tomar una cerveza y ,los bocatas que no nos comimos en la montaña. Después de un descanso nos pusimos los neoprenos y nos fuimos a bucear hacia una cueva llena de murciélagos que había junto al barco. Como había mucha corriente y poca luz, el buceo fue breve. Volvimos al barco con tiempo suficiente para ducharnos y, por fin, ver el rayo verde de la puesta del sol.
En la penúltima noche decidimos darle un homenaje a nuestros estómagos con unas “delicatessen criolle” en un restaurante de La Soufriere al borde del mar y cerca del gallinero del pueblo. Aunque la carta no daba muchas pistas de la calidad y combinado de los contenidos nos decidimos la mayoría por el pollo con salsa criolle que resultó muy sabrosa. En este gasto invertimos todos nuestros dólares caribeños porque a partir de mañana trocamos al euro. Pues de vuelta al barco en nuestra dingui (zodiac), en perfectas condiciones pasamos la noche con un leve soplo de brisa a la espera de la aventura del siguiente día.
A la vuelta de la excursión paramos en el pueblo a tomar una cerveza y ,los bocatas que no nos comimos en la montaña. Después de un descanso nos pusimos los neoprenos y nos fuimos a bucear hacia una cueva llena de murciélagos que había junto al barco. Como había mucha corriente y poca luz, el buceo fue breve. Volvimos al barco con tiempo suficiente para ducharnos y, por fin, ver el rayo verde de la puesta del sol.
En la penúltima noche decidimos darle un homenaje a nuestros estómagos con unas “delicatessen criolle” en un restaurante de La Soufriere al borde del mar y cerca del gallinero del pueblo. Aunque la carta no daba muchas pistas de la calidad y combinado de los contenidos nos decidimos la mayoría por el pollo con salsa criolle que resultó muy sabrosa. En este gasto invertimos todos nuestros dólares caribeños porque a partir de mañana trocamos al euro. Pues de vuelta al barco en nuestra dingui (zodiac), en perfectas condiciones pasamos la noche con un leve soplo de brisa a la espera de la aventura del siguiente día.
Miércoles 19 de mayo.
Tal como dispuso el capitán, nos levantamos bien temprano para zarpar puntualmente a las 7 de la mañana. La tripulación se ha quedado en 6 miembros, ya que, a la vista de lo interesante de de San Vicente, que da mucho juego para hacer rutas de todo tipo, Julio y Charo han decidido aprovechar los tres últimos días del viaje para conocer bien la isla. El sábado por la mañana tomarán un vuelo que los llevará a Martinica, donde nos reencontraremos para volar a casa. Esperamos que encuentren algún ciber para que nos vayan poniendo al corriente de sus aventuras.
Travesía bien larga la de hoy para llegar desde el sur de San Vicente hasta el sur de la isla de Santa Lucía. 56 millas náuticas o 109 km en los que hemos invertido 8 horas de navegación. Al principio poco viento y más bin de proa. Poco más tarde y hasta el final del trayecto hemos tenido vientos de 24 a 26 nudos y entre 8 y 10 nudos de velocidad del barco. La navegación ha sido dura por las olas de 2-3 metros. Menos mal que esto del catamarán es muy estable. Pero han sido 8 horas aguantando el equilibrio, el tipo y la náusea.
Pero no todo han sido rociadas, olas, viento, lluvia, sol…en algunos trechos nos han escoltado los delfines. Ejemplares más pequeños que los del Estrecho de Gibraltar que daban grandes saltos a nuestro alrededor.
Finalmente llegamos a la bahía de la Soufriere (casualmente se llama igual que el volcán al que subimos). Trámites de aduana y de pasaportes. Comimos algo ligero en el barco y nos fuimos a tierra a visitar el pueblo y tomar una cerveza. Como el pueblo mira al oeste, de nuevo intentamos ver el rayo verde del sol poniéndose, con tan mala pata que la única nube que había en el horizonte se colocó justo delante del sol. Mañana habrá otro intento. Ya hemos quedado con el lugareño que nos auxilió con el atraque, Malcolm, para que nos acompañe mañana a la subida… ya estamos de nuevo con el montañismo… al llamado Pitón Grande, que es una de dos montañas gemelas que sobresalen del horizonte de la isla. Malcolm también nos traslada al puerto desde la boya en una motora de madera pintada de color a una velocidad de vértigo.
El pueblo de La Soufiere en el que nos encontramos tiene un sabor caribeño muy particular. Aquí no ves población blanca y la gente es muy amable. Ya hemos avistado unos cuantos restaurantillos de comida criolla, con unos precios que prometen, después de la experiencia de estos últimos días. Los personajes que brujulean por el puerto son para nota, muy entrantes y amigables. Mañana tendremos más experiencias que contar por esta zona, que promete y mucho
Travesía bien larga la de hoy para llegar desde el sur de San Vicente hasta el sur de la isla de Santa Lucía. 56 millas náuticas o 109 km en los que hemos invertido 8 horas de navegación. Al principio poco viento y más bin de proa. Poco más tarde y hasta el final del trayecto hemos tenido vientos de 24 a 26 nudos y entre 8 y 10 nudos de velocidad del barco. La navegación ha sido dura por las olas de 2-3 metros. Menos mal que esto del catamarán es muy estable. Pero han sido 8 horas aguantando el equilibrio, el tipo y la náusea.
Pero no todo han sido rociadas, olas, viento, lluvia, sol…en algunos trechos nos han escoltado los delfines. Ejemplares más pequeños que los del Estrecho de Gibraltar que daban grandes saltos a nuestro alrededor.
Finalmente llegamos a la bahía de la Soufriere (casualmente se llama igual que el volcán al que subimos). Trámites de aduana y de pasaportes. Comimos algo ligero en el barco y nos fuimos a tierra a visitar el pueblo y tomar una cerveza. Como el pueblo mira al oeste, de nuevo intentamos ver el rayo verde del sol poniéndose, con tan mala pata que la única nube que había en el horizonte se colocó justo delante del sol. Mañana habrá otro intento. Ya hemos quedado con el lugareño que nos auxilió con el atraque, Malcolm, para que nos acompañe mañana a la subida… ya estamos de nuevo con el montañismo… al llamado Pitón Grande, que es una de dos montañas gemelas que sobresalen del horizonte de la isla. Malcolm también nos traslada al puerto desde la boya en una motora de madera pintada de color a una velocidad de vértigo.
El pueblo de La Soufiere en el que nos encontramos tiene un sabor caribeño muy particular. Aquí no ves población blanca y la gente es muy amable. Ya hemos avistado unos cuantos restaurantillos de comida criolla, con unos precios que prometen, después de la experiencia de estos últimos días. Los personajes que brujulean por el puerto son para nota, muy entrantes y amigables. Mañana tendremos más experiencias que contar por esta zona, que promete y mucho
viernes, 21 de mayo de 2010
Besuquitos de Clara
jueves, 20 de mayo de 2010
MARTES 18 DE MAYO
Después de dos días de disfrute de islas típicamente caribeñas, de manadas de peces de colores, de nadar con las tortugas, hoy dejamos la isla de Mustique y nos alejamos los Cayos de Tobago. Aunque se llaman de Tobago, nada tienen que ver con la conocida Trinidad y Tobago, que es otro país isleño que está más al sur, cerca de la costa venezolana.
Antes que nada, Arthur y Belén madrugaron para dar una vuelta exploratoria a Mustique, donde descubrieron toda una suerte de urbanizaciones al estilo Sotogrande con mansiones de arquitectura mimética con el entorno. Mientras tanto Julio y Charo saltaron a tierra para buscar unas conexiones a Internet. Los otros cuatro tripulantes nos dedicamos al buceo encontrándonos de nuevo con con manadas de peces de todos los colores y tamaños.
Sobre las 11:00 zarpamos para continuar la travesía de retorno y hacia la isla de San Vicente, la del volcán que visitamos en el trayecto de ida. En esta ocasión pasamos la isla de Becquia por su derecha. A la ida la pasamos por su izquierda, atraque incluído. Hoy han sido dos horas y media de navegación con muy buenas condiciones meteorológicas, sin ningún chubasco que nos refrescara. Viento del oeste de 20 nudos y velocidad del barco de 8 nudos.
Como ya estábamos escasos de agua en los tanques del barco, que no es la que usamos para beber o cocinar, buscamos atraque en el muelle de la marina de Blue Lagom. Con la maniobrabilidad que tiene el catamarán, con la destreza del capitán, con la ayuda de un auxiliar del puerto, y con boyas puestas al efecto el atraque fue perfecto (Carlos, Pilar, MMar, Quico, Rafa, Paqui… nada que ver con Grecia). En este puerto por fin tenemos duchas y podemos refrescarnos en agua dulce para desprendernos de los estratos de sal acumulados. Es curioso, pero a pesar de baños tras baños en agua salada, no notábamos la aspereza y picor producidos por la sal que solemos tener cuando nos bañamos en nuestras playas. Al comentar esto caímos en la cuenta que es que aquí hay tal humedad que no llegas a secarte y la sal no cristaliza en la piel.
Después de 7 días por este país (San Vicente y Granadinas) todavía no teníamos sello de entrada en el pasaporte porque en los puertos pequeños en los que hasta ahora hemos recalado no tenían sello ni funcionarios. Así que como casi estábamos de ilegales, lo primero que hemos hecho ha acercarnos al aeropuerto a arreglar los papeles. La empleada del puerto nos ha ayudado bastante para indicarnos el transporte de ida y vuelta al aeropuerto teniendo en cuenta que a la vuelta queríamos traer una comprita. La ida en bus, que aquí son furgonetas monovolúmenes de 8 plazas pero que de hecho se meten hasta 20 pasajeros, toda una aventura por la carretera. Como este es el primer puerto de postín en el que atracamos, nos acicalamos y salimos a cenar. Acabamos en un restaurante próximo donde brindamos con unas cervezas y nos comimos unas pizzas tipo americana de las que te daban la medida en pulgadas. Esa fue toda la marcha, ya que el capitán estableció la hora de zarpar para el día siguiente a las 7 de la mañana, ya que la travesía hasta la isla de Santa Lucía iba a ser larga.
Antes que nada, Arthur y Belén madrugaron para dar una vuelta exploratoria a Mustique, donde descubrieron toda una suerte de urbanizaciones al estilo Sotogrande con mansiones de arquitectura mimética con el entorno. Mientras tanto Julio y Charo saltaron a tierra para buscar unas conexiones a Internet. Los otros cuatro tripulantes nos dedicamos al buceo encontrándonos de nuevo con con manadas de peces de todos los colores y tamaños.
Sobre las 11:00 zarpamos para continuar la travesía de retorno y hacia la isla de San Vicente, la del volcán que visitamos en el trayecto de ida. En esta ocasión pasamos la isla de Becquia por su derecha. A la ida la pasamos por su izquierda, atraque incluído. Hoy han sido dos horas y media de navegación con muy buenas condiciones meteorológicas, sin ningún chubasco que nos refrescara. Viento del oeste de 20 nudos y velocidad del barco de 8 nudos.
Como ya estábamos escasos de agua en los tanques del barco, que no es la que usamos para beber o cocinar, buscamos atraque en el muelle de la marina de Blue Lagom. Con la maniobrabilidad que tiene el catamarán, con la destreza del capitán, con la ayuda de un auxiliar del puerto, y con boyas puestas al efecto el atraque fue perfecto (Carlos, Pilar, MMar, Quico, Rafa, Paqui… nada que ver con Grecia). En este puerto por fin tenemos duchas y podemos refrescarnos en agua dulce para desprendernos de los estratos de sal acumulados. Es curioso, pero a pesar de baños tras baños en agua salada, no notábamos la aspereza y picor producidos por la sal que solemos tener cuando nos bañamos en nuestras playas. Al comentar esto caímos en la cuenta que es que aquí hay tal humedad que no llegas a secarte y la sal no cristaliza en la piel.
Después de 7 días por este país (San Vicente y Granadinas) todavía no teníamos sello de entrada en el pasaporte porque en los puertos pequeños en los que hasta ahora hemos recalado no tenían sello ni funcionarios. Así que como casi estábamos de ilegales, lo primero que hemos hecho ha acercarnos al aeropuerto a arreglar los papeles. La empleada del puerto nos ha ayudado bastante para indicarnos el transporte de ida y vuelta al aeropuerto teniendo en cuenta que a la vuelta queríamos traer una comprita. La ida en bus, que aquí son furgonetas monovolúmenes de 8 plazas pero que de hecho se meten hasta 20 pasajeros, toda una aventura por la carretera. Como este es el primer puerto de postín en el que atracamos, nos acicalamos y salimos a cenar. Acabamos en un restaurante próximo donde brindamos con unas cervezas y nos comimos unas pizzas tipo americana de las que te daban la medida en pulgadas. Esa fue toda la marcha, ya que el capitán estableció la hora de zarpar para el día siguiente a las 7 de la mañana, ya que la travesía hasta la isla de Santa Lucía iba a ser larga.
LUNES 17 DE MAYO
Lunes 17 de Mayo
Hoy nos hemos despedido del paradisíaco lugar de los Cayos de Tobago, en las Antillas, un poco más al NE de la legendaria Trinidad y Tobago con la que podríamos confundir los anteriores.
Como viene siendo habitual la travesía estuvo acompañada de aguaceros, a los que ya nos hemos acostumbrado y una mar que para nada nos recuerda a los espacios idílicos de los tradicionales folletos turísticos que venden para nosotros este remoto lugar, aunque fue soportable porque no duró más allá de tres horas.
Mustique, es la isla de hoy, y el atraque en boya en la bahía de Britannia, un lugar muy glamoroso según las guías, donde se refugian las estrellas de Hollywood y su parentela. Pero esto sólo repercuten en los precios de los atraques, las cervezas, los hielos…etc, que se multiplica por tres y cuatro.
Nuestro almuerzo lo hacemos en el barco, como viene siendo habitual, no sólo porque el equipo de cocina tiene arte sino porque las ofertas gastronómicas de los puertos en los que recalamos son escasas o casi nulas.
Por otro lado podríamos pensar que en estos lugares hay buen surtido de pescado y nada más lejos de lo real. Un triste atuncillo chico en el que llaman mercado del pueblo y donde no había más productos que el hielo que compramos. En un super carísimo y con un surtido de estado de racionamiento conseguimos dos paquetes de congelado de pato, la única carne existente, que al día siguiente nos los habría de preparar Belén y Arturo.
Por la tarde dimos un paseo por la playa cercana al puerto hasta donde se extendía un manglar con árboles venenosos, así al menos advertían unos carteles de atención, para que no te protegieras bajo su copa en caso de lluvia porque la sustancia que desprendía era tóxica. Otro detalle que nos sorprendió fue la cantidad de restos de coral amontonado en la orilla, al parecer efecto del huracán que asoló estás islas en noviembre del año 1999.
Como la noche se nos echa muy pronto encima, y más aún cuando está nublado (un día más sin rayo verde), y el baño nocturno en agua salada correspondiente al aseo diario exige al menos un grado de confianza con un algo de resplandor, -porque las profundidades oscuras con sus habitantes se hacen más siniestros aún-, nos retiramos pronto a nuestras dependencias flotantes para poner en orden todas las experiencias vividas durante el día y poder compartirla con todos nuestros amigos y familia, a los que agradecemos con sinceridad y cariño todos los comentarios.
Hoy nos hemos despedido del paradisíaco lugar de los Cayos de Tobago, en las Antillas, un poco más al NE de la legendaria Trinidad y Tobago con la que podríamos confundir los anteriores.
Como viene siendo habitual la travesía estuvo acompañada de aguaceros, a los que ya nos hemos acostumbrado y una mar que para nada nos recuerda a los espacios idílicos de los tradicionales folletos turísticos que venden para nosotros este remoto lugar, aunque fue soportable porque no duró más allá de tres horas.
Mustique, es la isla de hoy, y el atraque en boya en la bahía de Britannia, un lugar muy glamoroso según las guías, donde se refugian las estrellas de Hollywood y su parentela. Pero esto sólo repercuten en los precios de los atraques, las cervezas, los hielos…etc, que se multiplica por tres y cuatro.
Nuestro almuerzo lo hacemos en el barco, como viene siendo habitual, no sólo porque el equipo de cocina tiene arte sino porque las ofertas gastronómicas de los puertos en los que recalamos son escasas o casi nulas.
Por otro lado podríamos pensar que en estos lugares hay buen surtido de pescado y nada más lejos de lo real. Un triste atuncillo chico en el que llaman mercado del pueblo y donde no había más productos que el hielo que compramos. En un super carísimo y con un surtido de estado de racionamiento conseguimos dos paquetes de congelado de pato, la única carne existente, que al día siguiente nos los habría de preparar Belén y Arturo.
Por la tarde dimos un paseo por la playa cercana al puerto hasta donde se extendía un manglar con árboles venenosos, así al menos advertían unos carteles de atención, para que no te protegieras bajo su copa en caso de lluvia porque la sustancia que desprendía era tóxica. Otro detalle que nos sorprendió fue la cantidad de restos de coral amontonado en la orilla, al parecer efecto del huracán que asoló estás islas en noviembre del año 1999.
Como la noche se nos echa muy pronto encima, y más aún cuando está nublado (un día más sin rayo verde), y el baño nocturno en agua salada correspondiente al aseo diario exige al menos un grado de confianza con un algo de resplandor, -porque las profundidades oscuras con sus habitantes se hacen más siniestros aún-, nos retiramos pronto a nuestras dependencias flotantes para poner en orden todas las experiencias vividas durante el día y poder compartirla con todos nuestros amigos y familia, a los que agradecemos con sinceridad y cariño todos los comentarios.
Saludos Julio y Charo
Hola,
Me alegro que estéis bien y que lo estéis pasando de maravilla. Ya veremos fotos, pues en el blog se ven muy pequeñitas, aunque todo parece superchulo.
Un encargo de parte de Manuela: un poquito de arena de alguna playa caribeña.
Muchas gracias y un saludo,
FRAN
Me alegro que estéis bien y que lo estéis pasando de maravilla. Ya veremos fotos, pues en el blog se ven muy pequeñitas, aunque todo parece superchulo.
Un encargo de parte de Manuela: un poquito de arena de alguna playa caribeña.
Muchas gracias y un saludo,
FRAN
miércoles, 19 de mayo de 2010
Para los navegantes
Os incluyo información para los navegantes que estais siguiendo el foro por si os animais a venir por estos mares.
Hemos alquilado un catamaran durante dos semanas. Embarcamos en Martinica y hemos navegado hasta los cayos de Tobago. Quitando los saltos entre las islas mayores los trayectos son pequeños (2-4 horas diarias). Además dedicamos dos dias a turismo interior haciendo excursiones interiores a St. Lucia y St. Vicent.
Como ya sabreis el viento por aquí es casi constante con componente E en torno a los 20 nudos. Suele haber muchas tormentillas pasajeras que puede subir el viente a 25 nudos aunque un dia tuvimos rachas de 30 nudos. Entre islas las olas de mar de fondo se juntan con corrientes creando olas irregulares de unos 3 metros que hacen una navegación un poco desagradable. Sin embargo estos ratos se compensan cuando navegas a sotavento de las islas donde desaparecen las olas y el viento se mantiene.
Para el tema de fondeo normalmente suele haber boyas en casi todos los caladeros. El precio al cambio esta en torno a los 15 euros aunque hay algunos que suben hasta los 60 como en en Mustique. A parte de pagar las boyas hay que hacer una pequeña aportación a quien te ayuda a engancharte a la boya.
Nosotros tenemos dos derroteros que son bastante buenos:
* Grenada to the Virgin Islands de Ed. Imray
* 2009-2010 Sailor Guide to the windware Island. Martinique to Grenada by Chris Doyle
Hemos alquilado en Martinica con la compañia Windward Island: http://www.windward-islands.net/ . Nos han alquilado un catamaran nuevo y funcionan muy bien. Si lo alquilas con tiempo puedes conseguir precios muy buenos.
Comentaros algunos cosillas:
- Con la neumática hay que tener cuidado porque la roban. Suelen alquilarlas ya con candado.
- El agua fuera de las islas mayores escasea y es bastante cara.
- Cuidado con el pescado. Puede contener una toxina llamada ciguatera que no se va cocinandolo.
- Aconsejo ir entre diciembre y mayo. Fuera de este periodo hay que estar muy atentos a la meteo por los huracanes o tormentas tropicales.
- Traeros equipo de snorkel.
- Aunque aceptan euros en muchos sitios es conveniente cambiar a dolares caribeños si no quieres perder mucho dinero en el cambio.
Para cualquier información aquí me teneis.
Saludos y buena mar
Hemos alquilado un catamaran durante dos semanas. Embarcamos en Martinica y hemos navegado hasta los cayos de Tobago. Quitando los saltos entre las islas mayores los trayectos son pequeños (2-4 horas diarias). Además dedicamos dos dias a turismo interior haciendo excursiones interiores a St. Lucia y St. Vicent.
Como ya sabreis el viento por aquí es casi constante con componente E en torno a los 20 nudos. Suele haber muchas tormentillas pasajeras que puede subir el viente a 25 nudos aunque un dia tuvimos rachas de 30 nudos. Entre islas las olas de mar de fondo se juntan con corrientes creando olas irregulares de unos 3 metros que hacen una navegación un poco desagradable. Sin embargo estos ratos se compensan cuando navegas a sotavento de las islas donde desaparecen las olas y el viento se mantiene.
Para el tema de fondeo normalmente suele haber boyas en casi todos los caladeros. El precio al cambio esta en torno a los 15 euros aunque hay algunos que suben hasta los 60 como en en Mustique. A parte de pagar las boyas hay que hacer una pequeña aportación a quien te ayuda a engancharte a la boya.
Nosotros tenemos dos derroteros que son bastante buenos:
* Grenada to the Virgin Islands de Ed. Imray
* 2009-2010 Sailor Guide to the windware Island. Martinique to Grenada by Chris Doyle
Hemos alquilado en Martinica con la compañia Windward Island: http://www.windward-islands.net/ . Nos han alquilado un catamaran nuevo y funcionan muy bien. Si lo alquilas con tiempo puedes conseguir precios muy buenos.
Comentaros algunos cosillas:
- Con la neumática hay que tener cuidado porque la roban. Suelen alquilarlas ya con candado.
- El agua fuera de las islas mayores escasea y es bastante cara.
- Cuidado con el pescado. Puede contener una toxina llamada ciguatera que no se va cocinandolo.
- Aconsejo ir entre diciembre y mayo. Fuera de este periodo hay que estar muy atentos a la meteo por los huracanes o tormentas tropicales.
- Traeros equipo de snorkel.
- Aunque aceptan euros en muchos sitios es conveniente cambiar a dolares caribeños si no quieres perder mucho dinero en el cambio.
Para cualquier información aquí me teneis.
Saludos y buena mar
Segunda parte en Cayos de Tobago. Domingo
Amanece en los cayos de Tobago. Nuestros dos miembros de la tripulación regresan de la acampada de la isla sanos y enteritos. Esta noche repetiran la experiencia. Todos juntos desayunamos y Julio y Charo dejan preparado el almuerzo. Hoy espagueti a la boloñesa.
La mañana la dedicamos intensamente a seguir explorando los fondos marinos. Esta vez elegimos dos nuevas islitas: la Petit Bateaut y Jamesby con forma de media luna, ambas de finas arenas blancas, de corales que se dejan visualizar en sus aguas cristalinas habitadas por una gran variedad de peces. Peces que nadan al compas del movimiento de las olas, como dejandose llevar. Los vemos reunidos en pequeños y grandes grupos, en parejas, y algunos que otro en solitario. Vimos un tiburon dandose la vuelta cuando nos vio, pero al menos vimos la cola.
En la isla de media luna observamos muchos alevines, cunita de los pecesitos ¡que graciosos!. Cada isla en su superficie muestran mucha vegetación arbustiva y como no las palmeras, extendiendo sus exbeltos troncos en muestra de saludos. En ellas además viven diferentes animales: tortugas terrestres, aves, cangrejos enormes, el manicú, iguanas... Cuanta riqueza en tan poco espacio.
A las seis se hace de noche y nos duchamos sin jabon para no alterar el medio natural. Para ir haciendo boca nos echamos unas partiditas de cartas(La ciudadela) mientras tanto se prepara la barbacoa y nos hacemos un pescaito fresco de la zona que nos traen personalmente unos barqueros. Haciendose el pescado en la barbacoa alumbramos al agua con la linterna y para nuestro asombro vemos un monton de peces, tuvimos la gran suerte de ver una manta nadando suavemente sobre la superficie del agua, un gigante pez desconocido hizo acto de presencia en varias ocasiones y unos extraños peces alargados de color azul fosforito. Asi que no estabamos solos. Arthur y Juan quisieron ver de cerca estos animalitos y se tiraron al agua como dos valientes y se lo comieron las pirañas...
Con el pescado tomamos un buen vino y entre risas y charlas se hizo la hora de acostarte. Esta noche soñaremos con este paraiso que dificilmente se podrá borrar de nuestras mentes.
La mañana la dedicamos intensamente a seguir explorando los fondos marinos. Esta vez elegimos dos nuevas islitas: la Petit Bateaut y Jamesby con forma de media luna, ambas de finas arenas blancas, de corales que se dejan visualizar en sus aguas cristalinas habitadas por una gran variedad de peces. Peces que nadan al compas del movimiento de las olas, como dejandose llevar. Los vemos reunidos en pequeños y grandes grupos, en parejas, y algunos que otro en solitario. Vimos un tiburon dandose la vuelta cuando nos vio, pero al menos vimos la cola.
En la isla de media luna observamos muchos alevines, cunita de los pecesitos ¡que graciosos!. Cada isla en su superficie muestran mucha vegetación arbustiva y como no las palmeras, extendiendo sus exbeltos troncos en muestra de saludos. En ellas además viven diferentes animales: tortugas terrestres, aves, cangrejos enormes, el manicú, iguanas... Cuanta riqueza en tan poco espacio.
A las seis se hace de noche y nos duchamos sin jabon para no alterar el medio natural. Para ir haciendo boca nos echamos unas partiditas de cartas(La ciudadela) mientras tanto se prepara la barbacoa y nos hacemos un pescaito fresco de la zona que nos traen personalmente unos barqueros. Haciendose el pescado en la barbacoa alumbramos al agua con la linterna y para nuestro asombro vemos un monton de peces, tuvimos la gran suerte de ver una manta nadando suavemente sobre la superficie del agua, un gigante pez desconocido hizo acto de presencia en varias ocasiones y unos extraños peces alargados de color azul fosforito. Asi que no estabamos solos. Arthur y Juan quisieron ver de cerca estos animalitos y se tiraron al agua como dos valientes y se lo comieron las pirañas...
Con el pescado tomamos un buen vino y entre risas y charlas se hizo la hora de acostarte. Esta noche soñaremos con este paraiso que dificilmente se podrá borrar de nuestras mentes.
lunes, 17 de mayo de 2010
Llegamos al Caribe de postal. Sábado 15
El sábado salimos de Canouan trás un desayuno especial con tarta (ya que Juan cumplia años) , los garbanzos los dejamos medio cocidos, y ponemos rumbo a los Cayos de Tobago. Son un grupo de islitas protegidas por una barrera de coral. Islas de postal con palmeritas. arena blanca y fondos cristalinos. Buen regalo de cumpleaños.
Al llegar nos amarramos a una boya justo enfrente de una pradera marina que para nuestra sorpresa estaba llena de tortugas. Nos visita al barco Sydney, un chabal majete con mucho colorido en su ropa y en su barco y nos vende unas camisetas simpaticas.
Todos nos hemos comprado una, las chicas iguales con tortugitas, mientras tanto los garbazos terminan su coción, los efluvios que salen del mismo atraen a varias aves que no tienen ningun reparo en pasearce por la cubierta.
Todos preparados con nuestra indumentaria para hacer tubito, y la emoción de descubrir ese espacio turquesa.
Lo primero que vemos y para nuestra sorpresa,unas enormes tortugas que placidamente comian y nadaban.Que bonito verlas tan cerca agiles y armoniosas en sus movimientos,en un fondo tapizado de estrellas, algas, plantas diversas, piedras y corales que acogian a una gran cantidad y variedad de peces de mil colores: trompetas, loros, barracudas, y cientos mas que desconocemos.
Hemos terminado el dia viendo la puesta de sol en una de las islitas y en el camino nos topamos con un curioso animalito llamado Manicú. Una especie de roedor de hocico puntiagudo y rabo largo. También unos enormes cangrejos se disponian en sus guaridas a dormir, junto con dos miembros de la tripulacion que decidieron pasar la noche en la isla. El resto nos fuimos al barco.
Mañana será otro día en Tobago...
Al llegar nos amarramos a una boya justo enfrente de una pradera marina que para nuestra sorpresa estaba llena de tortugas. Nos visita al barco Sydney, un chabal majete con mucho colorido en su ropa y en su barco y nos vende unas camisetas simpaticas.
Todos nos hemos comprado una, las chicas iguales con tortugitas, mientras tanto los garbazos terminan su coción, los efluvios que salen del mismo atraen a varias aves que no tienen ningun reparo en pasearce por la cubierta.
Todos preparados con nuestra indumentaria para hacer tubito, y la emoción de descubrir ese espacio turquesa.
Lo primero que vemos y para nuestra sorpresa,unas enormes tortugas que placidamente comian y nadaban.Que bonito verlas tan cerca agiles y armoniosas en sus movimientos,en un fondo tapizado de estrellas, algas, plantas diversas, piedras y corales que acogian a una gran cantidad y variedad de peces de mil colores: trompetas, loros, barracudas, y cientos mas que desconocemos.
Hemos terminado el dia viendo la puesta de sol en una de las islitas y en el camino nos topamos con un curioso animalito llamado Manicú. Una especie de roedor de hocico puntiagudo y rabo largo. También unos enormes cangrejos se disponian en sus guaridas a dormir, junto con dos miembros de la tripulacion que decidieron pasar la noche en la isla. El resto nos fuimos al barco.
Mañana será otro día en Tobago...
Viernes día 14
Parece que el cansancio se acumula y las levantadas matutinas se retrasan un poco. Las cinco de la mañana pasan a las 6 y a las 6:30, a veces a las 7, cuando el sol nos amenaza y nos obliga a embadurnarnos de protecciones solares. Que cuando menos lo piensas andas ya con el cerco de guerra.
La primera parte de la mañana la hemos dedicado a las compras en las tiendas del puerto, con escasos productos y a precios elevados. Pagamos con dólares caribeños (1 € como 3,30 $ caribeños) pues la zona euro sólo la hemos disfrutado en La Martinica. Nuestra lucha diaria es el hielo para refrigerar las neveras cuando el motor está parado, las cervezas y el agua que son bienes de alta necesidad en estás tierras donde siempre estás sudando.
Partimos hacia la isla de Canouán con amenaza de tormenta, aunque no imaginamos como se las gastan aquí. Vientos de 34 nudos y velocidad de la embarcación entre 8 y 10 nudos. Lluvia, viento, pantocazos durante 3 horas.
A la llegada y con los estómagos repuestos, nos lanzamos a las “papas aliñá” que habían preparado Belén y Arthur, con aceite de oliva de la tierra y a la manera nuestra.
A continuación del almuerzo nos acercamos al puerto de Charlestown Bay con el cielo muy nublado y denso. En este pueblo se repite el modelo de casa caribeña, hecha con tablones de madera, porche y tejado a dos aguas, decoradas con festones en las cornisas y cada una de ellas combinando alegres colores. Los vientos huracanados hacen estragos en estos poblados tan efímeros, pues parecen que construyen para solventar un estado de necesidad presente y a la espera del siguiente huracán. Continuando con el paseo, nos acercamos a una playa de la zona, donde vimos una tortuga de tierra bien talludita. Allí descubrimos muchas caracolas marinas en la orilla con colores espectaculares y que ahora decoran la cabina salón. En los paneles indicativos de los parque naturales nos informan que los muchos restos de caracolas y corales proceden de los destrozos realizados por los huracanes.
De vuelta al barco, nos espera la ducha en cubierta, que consiste en remojón en el mar, enjabonado y aclarado en el mismo mar con un toque de agua dulce para mejorar el aclarado. La cena de hoy ha sido un improvisado de salchichas con vino rematado con vino francés. Y para completar la tertulia una manita del juego “La Ciudadela”.
La primera parte de la mañana la hemos dedicado a las compras en las tiendas del puerto, con escasos productos y a precios elevados. Pagamos con dólares caribeños (1 € como 3,30 $ caribeños) pues la zona euro sólo la hemos disfrutado en La Martinica. Nuestra lucha diaria es el hielo para refrigerar las neveras cuando el motor está parado, las cervezas y el agua que son bienes de alta necesidad en estás tierras donde siempre estás sudando.
Partimos hacia la isla de Canouán con amenaza de tormenta, aunque no imaginamos como se las gastan aquí. Vientos de 34 nudos y velocidad de la embarcación entre 8 y 10 nudos. Lluvia, viento, pantocazos durante 3 horas.
A la llegada y con los estómagos repuestos, nos lanzamos a las “papas aliñá” que habían preparado Belén y Arthur, con aceite de oliva de la tierra y a la manera nuestra.
A continuación del almuerzo nos acercamos al puerto de Charlestown Bay con el cielo muy nublado y denso. En este pueblo se repite el modelo de casa caribeña, hecha con tablones de madera, porche y tejado a dos aguas, decoradas con festones en las cornisas y cada una de ellas combinando alegres colores. Los vientos huracanados hacen estragos en estos poblados tan efímeros, pues parecen que construyen para solventar un estado de necesidad presente y a la espera del siguiente huracán. Continuando con el paseo, nos acercamos a una playa de la zona, donde vimos una tortuga de tierra bien talludita. Allí descubrimos muchas caracolas marinas en la orilla con colores espectaculares y que ahora decoran la cabina salón. En los paneles indicativos de los parque naturales nos informan que los muchos restos de caracolas y corales proceden de los destrozos realizados por los huracanes.
De vuelta al barco, nos espera la ducha en cubierta, que consiste en remojón en el mar, enjabonado y aclarado en el mismo mar con un toque de agua dulce para mejorar el aclarado. La cena de hoy ha sido un improvisado de salchichas con vino rematado con vino francés. Y para completar la tertulia una manita del juego “La Ciudadela”.
Jueves 13 de mayo de 2010
El jueves por la mañana tras un desayuno en nuestro catamarán, como el Caribe manda (café, colacao, fruta, tostadas de aceite, tostadas con mermelada de mango…) nos despedimos de nuestra querida Bahía de Wallilabou y partimos hacia nuestro nuevo destino, la Isla de Bequia.
Tras 4 horas de navegación por las cálidas aguas caribeñas llegamos a la Bahía de Almiralty. Con el calor que traíamos se nos apeteció coger nuestras gafas y aletas y acercarnos a la orilla buceando, por el camino nos encontramos con un fondo de arena blanca, multitud de pececillos y unas algas con forma de bolas verdes que se mecían al compás de las olas. La zona donde encontramos más vida fue cerca del embarcadero de un antiguo resort abandonado, donde vimos discos rayados, pececillos amarillos, negros con las colas blancas, … y de camino de vuelta al barco nos encontramos una pareja de peces trompeta.
En el barco, los chef del día “May y Juan” hicieron los honores a la hora del almuerzo con una super-barbacoa de keftas acompañada de un arroz salvaje con verduras, pasas y frutos secos (de los que quitan el sentío) y por supuesto que todo ello regado con vinos franceses de nuestra naútica bodega.
Como no solemos parar ni un segundo, tras la comida recogimos todo rapidito y nos fuimos a dar una vueltecita por la isla, y al llegar nos compramos unos helados caseros en una pequeña tiendecita y continuamos caminando por una carretera muy peculiar donde nos cruzamos con raftafaris, niños jugando en la calle, señores mayores descansando y todo tipo de lugareños y sitios. En este paseo nos llamó mucho la atención una carretera imposible de subir (45º de pendiente) que llevaba hacia una casita en lo alto del monte, donde paramos a tomar la siguiente foto:
Al final del camino llegamos a lo alto de la colina, donde encontramos un antiguo fuerte, del que quedaban los cañones y una muralla y que según cuentan de un cañonazo había partido una islita en dos… y allí nos quedamos tumbados viendo la puesta de sol , en la que por una nubecilla no pudimos ver el tan ansiado Green Flash (bueno, lo seguiremos intentando…;-))
Y a la vuelta del paseíto hicimos una parada en uno de los bares del lugar para seguir charlando y saborear una cervecita fresca “Hariboun”.
Cuando llegamos al barco nos preparamos cada uno algo ligerito de cena y nos pusimos a escribir hasta altas horas de la noche ya que teníamos mucho atrasado y queríamos adelantar.
Foto panorámica 360º
Para los que no sepan cómo es el Caribe os pasamos una fotillo 360º para que hagan una inmersión con nosotros (los puntitos en el agua somos nosotros buceando viendo pastar a las tortugas de la pradera y en la isla de en frente estaban las iguanas!!)
Pulsa en el enlace: http://www.blue-arena.com/temp/panos/1307.html
Pulsa en el enlace: http://www.blue-arena.com/temp/panos/1307.html
Hola Papajulio
¿Cómo estás? Yo estoy muy bien. Hoy he estado viendo los hamsters y están muy requetebien, pero solo quedan 2 crías, que están muy grandotas, las he visto mamando y ya tienen un poco de pelo y una se parece a Canalla y la otra a Gruñón, estaban pataleando.
Papá esta carta la he escrito yo solita, con mis deditos.
Te quiero mucho papá.
Clara
Papá esta carta la he escrito yo solita, con mis deditos.
Te quiero mucho papá.
Clara
viernes, 14 de mayo de 2010
Miércoles 12 de mayo
Doy un salto atrás y me sitúo en el martes porque esto de escribir todos los días no es posible según el plan de navegación previsto. Como viene siendo habitual nos levantamos al amanecer para aprovechar el máximo de la luz solar. Partimos de Santa Lucía,Bahía Marigot, para dirigirnos hacia San Vicente. Los borreguitos de mar abierto nos dieron un que otro susto, especialmente a Julio que agazapado como un gato en la red de proa, despeguó hacia el cielo como gato panza abajo.
Unas seis horas de navegación nos llevan hasta la Bahía Wallilabou, donde se rodó "Piratas del Caribe". Allí permanecen aún los decorados de la peli. Fotos y objetos se exponen aunque todo con un aire lleno de nostalgía del buen momento que vivió la isla, porque lo que se percibe en estas tierras de gran belleza es el rastro de los huracanes. Muy cerca de la bahía de fondeo hay unas cataratas con unas instalaciones financiadas por Fondos Europeos. Es el primer contacto que tenemos con el bosque tropical. Aquí los árboles de mangos abundan y si te despistas un poco te pueden llover mangos. Por cierto, nuestra despensa está repleta de mangos y de frutos tropicales...es que este clima es impredecible y lo mismo te sale el sol como que te cae la chaparroná del diez. Calor húmedo que nos cala hasta los huesos. Pero estamos aquí como niños disfrutando de estas aguas y de los paisajes verdes donde las palmeras enfilan las líneas del horizonte.
Y para más ver contaros que nuestro capitán y uno de sus segundos de a bordo vieron el rayo verde a la caída del sol. Aquí empleamos el tiempo en la planificación del almuerzo-merienda-cena que se convierte en nuestro momento estrella, aunque acompañado de otros como los descubrimientos de peces: pez trompeta, pez globo, pez loro, corales, esponjas...
Impresiones
Hola a todos,
Estamos muy agustito en estas tierras con su sabor, olor, sonidos y vision diferente. Cuanta riqueza para nuestros sentidos, ¡cuanta reflexión!...
Esperemos que sigais en contacto a través de este blog CARIBEÑo. Esto es como una ventanita abierta de este lugar. Mientra escribimos estas lineas nos viene a la memoria flaxes de tantas imágenes, como los rostro de la gente,los perrillos vagabundo, el color intenso de los objetos, la selva con esas plantas gigantescas de verde intenso. Esas que vemos en los viveros ¡Alucinante! ...y bajo el mar, otra naturaleza tan diferente a nuestros mares y acompañada de muchos pececitos de mil colores y todavía nos queda mas...
Besos Arturo e Inma
Estamos muy agustito en estas tierras con su sabor, olor, sonidos y vision diferente. Cuanta riqueza para nuestros sentidos, ¡cuanta reflexión!...
Esperemos que sigais en contacto a través de este blog CARIBEÑo. Esto es como una ventanita abierta de este lugar. Mientra escribimos estas lineas nos viene a la memoria flaxes de tantas imágenes, como los rostro de la gente,los perrillos vagabundo, el color intenso de los objetos, la selva con esas plantas gigantescas de verde intenso. Esas que vemos en los viveros ¡Alucinante! ...y bajo el mar, otra naturaleza tan diferente a nuestros mares y acompañada de muchos pececitos de mil colores y todavía nos queda mas...
Besos Arturo e Inma
jueves, 13 de mayo de 2010
Marchando una de fotos Caribeñas!!
Muy buenas!!
Finalmente, y aprovechando que en esta isla desierta hay Wifi, os vamos a adjuntar unas fotillos para que veáis que estamos realmente en una tierra lejana, y no en Torremolinos como alguien ha apuntado. No son muy grandes porque si no tardarían una eternidad en subir pero creemos que reflejan un retazo de nuestra aventura. Proximamente, más ;)
La tripulación ;)
Este es el arco que se ve en Piratas del Caribe 1!!! desde la Bahía de Wallilabou en la isla de Saint Vincent:
Excursión a las cataratas cerca de la Bahía de Walllilabou, allí recolectamos "nutmegs" (no sabíamos lo que era hasta que no le quitamos tres capas de cáscara a la semilla....era nuez moscada :-)).
Fotos variadas del trayecto en catamarán:
Finalmente, y aprovechando que en esta isla desierta hay Wifi, os vamos a adjuntar unas fotillos para que veáis que estamos realmente en una tierra lejana, y no en Torremolinos como alguien ha apuntado. No son muy grandes porque si no tardarían una eternidad en subir pero creemos que reflejan un retazo de nuestra aventura. Proximamente, más ;)
La tripulación ;)
Este es el arco que se ve en Piratas del Caribe 1!!! desde la Bahía de Wallilabou en la isla de Saint Vincent:
Excursión a las cataratas cerca de la Bahía de Walllilabou, allí recolectamos "nutmegs" (no sabíamos lo que era hasta que no le quitamos tres capas de cáscara a la semilla....era nuez moscada :-)).
Fotos variadas del trayecto en catamarán:
A propósito de...
Hola chicas, normalmente va a escribir una persona en el blog contando lo que vamos haciendo en general, tenemos poca disponibilidad de internet y muy lenta.
Cuando pueda trataré de escribiros al mail, así hablamos con más privacidad. Decidle a mamá que no se preocupe, que no esté tan pendiente, que entre la dificultad de
internet y los pocos pcs de que disponemos, casi no voy a escribir. Os mando un abrazo muy fuerte, y ya hablaremos que tengo muchas cosas que contaros.....Muaksss!
Charo
Cuando pueda trataré de escribiros al mail, así hablamos con más privacidad. Decidle a mamá que no se preocupe, que no esté tan pendiente, que entre la dificultad de
internet y los pocos pcs de que disponemos, casi no voy a escribir. Os mando un abrazo muy fuerte, y ya hablaremos que tengo muchas cosas que contaros.....Muaksss!
Charo
Miércoles 12 de mayo 2010
Bueno, la idea que yo tenía de ir al Caribe era otra. Me dijeron... vámonos al Caribe, y hoy me he visto haciendo montañismo y casi alpinismo. El día empezaba temprano a las 5 de la mañana, para acudir a las 6 a la cita con el taxista que nos iba a transportar al pié del volcan La Souffiere. Un volcan en activo que tuvo su última erupción en 1992. Teníamos por delante unos 600 metros de dura subida hasta el borde del cráter. Comenzábamos atravesando un bosque de bambú. Más arriba otro bosque de helechos arbóreos. Y más arria todavía el terreno pelado y sólo cubierto de vegetación de altura y musgo. Durísima ascensión agravada por la fuerte
humedad y calor. Llegada al borde del cráter y visión de vértigo del interior del mismo. Prueba de la actividad del volcan es la fumarola que desperende gases sulfurosos. Los ocho conseguimos coronar el volcan. Mientras la mitad del grupo iniciaba el descenso, los otros cuatro decidieron ver más y rodear el cráter hasta el punto opuesto desde donde contemplamos unas vistas de la costa impresionantes. Reunificación del grupo durante el descenso y llegada al taxi. Abusando de la paciencia del taxista, le pedimos parada en el camino de vuelta en un supermercado para hacer una nueva compra. Tanto el viaje de ida como el de vuelta en taxi fueron una nueva aventura porque aquí conducen como si les persiguiera el diablo, continuamente tocando el claxon avisando a los demás que allá van. Llegada al puerto de Jack Sparrow...Capitán Jack Sparrow todos muertecitos para baño en agua salada, cena y a la cama.
humedad y calor. Llegada al borde del cráter y visión de vértigo del interior del mismo. Prueba de la actividad del volcan es la fumarola que desperende gases sulfurosos. Los ocho conseguimos coronar el volcan. Mientras la mitad del grupo iniciaba el descenso, los otros cuatro decidieron ver más y rodear el cráter hasta el punto opuesto desde donde contemplamos unas vistas de la costa impresionantes. Reunificación del grupo durante el descenso y llegada al taxi. Abusando de la paciencia del taxista, le pedimos parada en el camino de vuelta en un supermercado para hacer una nueva compra. Tanto el viaje de ida como el de vuelta en taxi fueron una nueva aventura porque aquí conducen como si les persiguiera el diablo, continuamente tocando el claxon avisando a los demás que allá van. Llegada al puerto de Jack Sparrow...Capitán Jack Sparrow todos muertecitos para baño en agua salada, cena y a la cama.
Martes 11 de Mayo de 2010
Doy un salto atrás y me sitúo en el martes porque esto de escribir todos los días no es posible según el plan de navegación previsto. Como viene siendo habitual nos levantamos al amanecer para aprovechar el máximo de la luz solar. Partimos de Santa Lucía,Bahía Marigot, para dirigirnos hacia San Vicente. Los borreguitos de mar abierto nos dieron un que otro susto, especialmente a Julio que agazapado como un gato en la red de proa, despegó hacia el cielo como gato panza abajo.
Unas seis horas de navegación nos llevan hasta la Bahía Wallilabou, donde se rodó "Piratas del Caribe". Allí permanecen aún los decorados de la peli. Fotos y objetos se exponen aunque todo con un aire lleno de nostalgía del buen momento que vivió la isla, porque lo que se percibe en estas tierras de gran belleza es el rastro de los huracanes. Muy cerca de la bahía de fondeo hay unas cataratas con unas instalaciones financiadas por Fondos Europeos. Es el primer contacto que tenemos con el bosque tropical. Aquí los árboles de mangos abundan y si te despistas un poco te pueden llover mangos. Por cierto, nuestra despensa está repleta de mangos y de frutos tropicales...es que este clima es impredecible y lo mismo te sale el sol como que te cae la chaparroná del diez. Calor húmedo que nos cala hasta los huesos. Pero estamos aquí como niños disfrutando de estas aguas y de los paisajes verdes donde las palmeras enfilan las líneas del horizonte.
Y para más ver contaros que nuestro capitán y uno de sus segundos de a bordo vieron el rayo verde a la caída del sol. Aquí empleamos el tiempo en la planificación del almuerzo-merienda-cena que se convierte en nuestro momento estrella, aunque acompañado de otros como los descubrimientos de peces: pez trompeta, pez globo, pez loro, corales, esponjas...
Unas seis horas de navegación nos llevan hasta la Bahía Wallilabou, donde se rodó "Piratas del Caribe". Allí permanecen aún los decorados de la peli. Fotos y objetos se exponen aunque todo con un aire lleno de nostalgía del buen momento que vivió la isla, porque lo que se percibe en estas tierras de gran belleza es el rastro de los huracanes. Muy cerca de la bahía de fondeo hay unas cataratas con unas instalaciones financiadas por Fondos Europeos. Es el primer contacto que tenemos con el bosque tropical. Aquí los árboles de mangos abundan y si te despistas un poco te pueden llover mangos. Por cierto, nuestra despensa está repleta de mangos y de frutos tropicales...es que este clima es impredecible y lo mismo te sale el sol como que te cae la chaparroná del diez. Calor húmedo que nos cala hasta los huesos. Pero estamos aquí como niños disfrutando de estas aguas y de los paisajes verdes donde las palmeras enfilan las líneas del horizonte.
Y para más ver contaros que nuestro capitán y uno de sus segundos de a bordo vieron el rayo verde a la caída del sol. Aquí empleamos el tiempo en la planificación del almuerzo-merienda-cena que se convierte en nuestro momento estrella, aunque acompañado de otros como los descubrimientos de peces: pez trompeta, pez globo, pez loro, corales, esponjas...
Wifis caribeñas...
Ay este Caribe, tan fantastico, y sobre todo, sin cobertura de movil en muchos sitios y lo que es mejor (o peor, según se mire), sin Internet... Y es que Wifis hay, sorprendentemente, muchas, pero van hiperlentas por lo que solo podemos subir de vez en cuando algún comentario, ver los que vosotros nos haceis, y de vez en cuando, con un poquito de suerte, subir alguna fotillo...
Así que nada, mientras nosotros nos desintoxicamos del internette (poco a poco ;) os subiremos alguna fotillo, pero....
...tendréis que tener paciencia!!
Besos y abrazos de toda la tripulación!!!
martes, 11 de mayo de 2010
Piratas del Caribe, chan, chan, chan chan chan chachan ....
Wallilabou, dónde Jack Sparrow, perdón, Capitan Jack Sparrow desembarcó inicialmente en la primera entrega de la Saga Piratas del Caribe. Bajo la luz de las candelas del puerto tomando un buen rón, bueno, y tambien una Cocacola, son tiempos modernos ;)
Una imagen vale más que mil palabras...
Y ahora nos vamos a dormir que mañana nos espera la subida al famoso Volcan de La Soufriere, al que llegaremos trás ascender unos 1000 metros a través de un denso bosque tropical al que nos han recomendado llevar un machete, por lo que pueda pasar....
Seguiremos informando, bueno, espero que podamos seguir informando, algún superviviente dará cuenta de los hechos...
lunes, 10 de mayo de 2010
Desde el caribe....
Hola chic@s, espero que no hayais tenido ningún problema para acceder al blog. Los estamos pasando muy bien, sorprendentemente no me estoy mareando nada en el barco, tan solo en algún momento en el que aquí no hay quien se escape de las nauseas, excepto el Julito y el capi, los privilegiados... Pero vaya, de horas de navegación, no me duró ni una hora el malestar..
Esto es precioso, iremos colgando fotos en los que podeis seguir nuestro recorrido, acordaros de enserárselas a mamá y papá.
Os mando un besazo
Esto es precioso, iremos colgando fotos en los que podeis seguir nuestro recorrido, acordaros de enserárselas a mamá y papá.
Os mando un besazo
Dia 1 - 9 de Mayo de 2010
Clara, tras un largo viaje hasta las islas de barlovento en el Caribe hemos comenzado nuestra búsqueda del capitán Sparrow. Hoy, ayudado por los vientos aliseos, hemos navegado rumbo sur. Delfines y peces voladores nos acompañan durante la travesía. Nuestro barco, a diferencia de la Perla Negra, solo puede navegar de día. Así, evitaremos encantamientos. Arribamos esta noche en una bahia resguardada, que nos protegerá de tormentas y huracanes tropicales. Clara, esta tarde me he ido nadando desde el barco a una playa cercana de arenas blancas y palmeras. El agua es transparente y calentita, como a tí te gusta. Como comprenderás, no es tarea fácil encontrar a Sparrow y convencerle de que nos admita en su tripulación. Pero los sueños, sueño son y lo importante es fantasear aunque se nos escapen los sueños. No te olvido y te tengo presente a cada instante. Un beso guapa y recuerda que tu padre volverá aquí contigo. La aventura para los dos solo acaba de empezar.
Julio
Julio
Desembarco en el Caribe2
Son las siete de la tarde y es noche cerrada en el cálido trópico de un domingo que ha estrenado nuestra versión andaluza de los mares antillanos. Nos hemos despertado al amanecer (5.00 am) con una diferencia horaria con respecto a España de 6 horas, así que os podéis imaginar. En estas latitudes 14º N anochece sobre las 6 de la tarde, así que para aprovechar la luz solar como nuestros antiguos, nos acostamos muy temprano previa cena homenaje convocada a las 7 de la tarde.
Antes de comentar el día de hoy, hacer referencia al de ayer: un vuelo desde París para el sur con la sorpresa del volcán del norte (Islandia), que deja un poco maltrecho el espacio aéreo de Paris y nos retrasa el vuelo en tres horas. Pero llegamos a la Isla Martinica a las 12 de la noche hora española y menos seis en la hora local. Y digo esto porque hasta la madrugada dudábamos qué horario iba a regir nuestros quince días salvajes de vacaciones por estas aguas.
Comentada esta incidencia del vuelo sólo añadir que las nueve horas de suspensión en el espacio atlántico fue entretenido con pelis, lecturas y variedades gastronómicas de
Air France. Una vez aterrizados nos enfrentamos al traslado hacia Marine, donde nos espera nuestro Catamarán de 40 piés, modelo Nautitech, bautizado "So what". La distancia de 32 km a la Marina la salvamos con tres taxis a una media de 80 € cada uno. Aunque cabe la posibilidad para la vuelta, de negociar por 80 € una furgoneta para el traslado de los siete tripulantes ( Arthur, Belén, Inma, Julio, Charo, Juan y la que escribe) más nuestro Capitán Arturo, "The Best".
Hoy domingo, antes de partir, nos hemos organizado para hacer la compra en el supermarchée Champion de la Marine, donde hemos descubierto las extraordinarias variedades de estas latitudes, (Maracuyá, tamarindos, fruta de la pasión y algunas verduras atractivas pero desconocidas para nosotros). Los chicos mientras se han encargado del check list (comprobación del estado, funcionamiento y equipamiento del barco), así como del trámite de la aduana.
En las fotos tenéis una muestra de las imágenes de nuestra travesía que ha durando unas 5 horas hasta la isla de Santa Lucía donde hemos preparado una magnífica cena en una bahía espectacular rodeada de manglares y palmeras.
La cena ha consistido en unas ensaladas variadas y unas magníficas chuletas a la barbacoa rematada con vinos de Burdeos, ron de caña local de 55º.
Antes de comentar el día de hoy, hacer referencia al de ayer: un vuelo desde París para el sur con la sorpresa del volcán del norte (Islandia), que deja un poco maltrecho el espacio aéreo de Paris y nos retrasa el vuelo en tres horas. Pero llegamos a la Isla Martinica a las 12 de la noche hora española y menos seis en la hora local. Y digo esto porque hasta la madrugada dudábamos qué horario iba a regir nuestros quince días salvajes de vacaciones por estas aguas.
Comentada esta incidencia del vuelo sólo añadir que las nueve horas de suspensión en el espacio atlántico fue entretenido con pelis, lecturas y variedades gastronómicas de
Air France. Una vez aterrizados nos enfrentamos al traslado hacia Marine, donde nos espera nuestro Catamarán de 40 piés, modelo Nautitech, bautizado "So what". La distancia de 32 km a la Marina la salvamos con tres taxis a una media de 80 € cada uno. Aunque cabe la posibilidad para la vuelta, de negociar por 80 € una furgoneta para el traslado de los siete tripulantes ( Arthur, Belén, Inma, Julio, Charo, Juan y la que escribe) más nuestro Capitán Arturo, "The Best".
Hoy domingo, antes de partir, nos hemos organizado para hacer la compra en el supermarchée Champion de la Marine, donde hemos descubierto las extraordinarias variedades de estas latitudes, (Maracuyá, tamarindos, fruta de la pasión y algunas verduras atractivas pero desconocidas para nosotros). Los chicos mientras se han encargado del check list (comprobación del estado, funcionamiento y equipamiento del barco), así como del trámite de la aduana.
En las fotos tenéis una muestra de las imágenes de nuestra travesía que ha durando unas 5 horas hasta la isla de Santa Lucía donde hemos preparado una magnífica cena en una bahía espectacular rodeada de manglares y palmeras.
La cena ha consistido en unas ensaladas variadas y unas magníficas chuletas a la barbacoa rematada con vinos de Burdeos, ron de caña local de 55º.
lunes, 3 de mayo de 2010
Con los preparativos...
Esta tarde hemos quedado en un barecito de Sevilla para ultimar los preparativos del viaje; 8 patas pa un barco, Arturo (el capi) Inma (la mujer del capi) y los grumetillos May, Charo, Belén, Juan, Julio & Arthur, ninguno de los cuales se cree todavía que se van al Caribe, pero se van, digo si se van, y ya mismo.
Desde aquí, iremos informando ;)
Desde aquí, iremos informando ;)
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